El
origen de la ceremonia Hain, es explicado por mitos que se remotan a
tiempos míticos, cuando las mujeres gobernaban sin misericordia a los
hombres.
El origen del klóketen de las mujeres
La figura femenina más extraordinaria era Luna, jefa indiscutida de las mujeres, y por lo tanto de los varones. Su marido, Sol cumplía humillantes tareas por su condición sexual.
Luna decidía cuando debía celebrarse un Hain para
que las jóvenes fueran introducidas a la vida adulta, y para que los
hombres recordaran que los espíritus eran aliados de las mujeres. Los
preparativos de la ceremonia se realizaban en riguroso secreto, como
posteriormente ocurrió con los varones.
Una vez comenzado el Hain,
un terrible espíritu-monstruo femenino salía cada tanto de las entrañas
de la tierra en la choza ceremonial y entraba en funciones. Era la
glotona Xalpen, a la que los hombres debían llevar carne de guanaco para saciar su descomunal apetito.
Los hombres rara vez veían a Xalpen,
enterándose de su presencia cuando estaban fuera de la choza ceremonial
por los gritos aterrorizadores con las que los mujeres la recibían. La
aparición de otros espíritus era anunciada por los cantos femeninos
desde el interior del Hain para que los hombres supieran de su presencia.
Un día, Sol,
al volver de cacería con un guanaco, llegó muy cerca de la choza
ceremonial, escuchando las voces de dos mujeres se aproximó
sigilosamente y las vio ensayando las escenas que iban a representar
para hacer creer a los hombres que eran espíritus reales. Comprendió
entonces el engaño de las mujeres para mantenerlos sometidos.
Enterado el campamento el masculino, se armaron con garrotes e irrumpieron en la choza Hain, allí se produjo la matanza de las mujeres, Luna cayó vencida sobre el fogón y logró escaparse al cielo transformándose en la luna. Sol se lanzó tras ella convirtiéndose en el astro solar. Así habrá de perseguirla por siempre sin alcanzarla jamás, y Luna quedará mirando a la tierra con su caras tiznada y con cicatrices de las heridas inflijidas en la rebelión.
Los hombres se apoderaron del Hain,
inaugurando su dominio sobre las mujeres. Se disfrazaron entonces de
los mismos espíritus que las mujeres habían personificado.
Trabajos:
Trabajos:
No hay comentarios:
Publicar un comentario